“Libre,
como el sol cuando amanece,
yo soy libre como el mar...
...como el ave que escapó de su prisión
y puede, al fin, volar...
...como el viento que recoge mi lamento
y mi pesar,
camino sin cesar
detrás de la verdad
y sabré lo que es al fin, la libertad.”
como el sol cuando amanece,
yo soy libre como el mar...
...como el ave que escapó de su prisión
y puede, al fin, volar...
...como el viento que recoge mi lamento
y mi pesar,
camino sin cesar
detrás de la verdad
y sabré lo que es al fin, la libertad.”
Libre, así me siento después de vaciar mi mochila cargada de
emociones y creencias que no supe gestionar; que me condicionan a día de hoy,
que no me sirven, más bien me molestan. Libre de poder ser yo misma sin
juzgarme y sin miedo a qué dirán los demás.
Libre de poder mostrarme tal cual soy con mis defectos y virtudes.
Y esa libertad me llena de
felicidad.
Cuándo dejas ir todo el peso
de la mochila te sientes más segur@ de ti mism@, con más fuerza para seguir adelante,
para lograr tus sueños, y más Feliz.
Con frecuencia no somos
conscientes de cuánto llevamos dentro. Solemos decir: estoy muy cansad@, me
enfermo muy a menudo, estoy apátic@, tengo mal humor, o simplemente decimos,
soy así.
Todo esto ocurre porque
nuestras emociones estancadas nos afectan a nivel energético y físico. También
porque de pequeños nos han inculcado unas creencias y unos límites (generando
emociones negativas) que en realidad no son verdad, simplemente hemos vivido
con ello hasta hoy, que decidimos observarnos, darnos cuenta de cuánto llevamos
en la mochila, soltarlo y sanar para poder ser nosotros mismos.
En el camino del crecimiento
personal nos encontramos con nosotros mismos a cada paso que damos. Nos redescubrimos
como somos realmente. En cada etapa se trabaja diferente, pues vamos cambiando,
tenemos más fuerza y más ganas de seguir adelante.
Te animo que empieces, que
no tengas miedo y no quieras ir rápido, todo llega en su momento. Yo llevo 15
años en mi camino y los que quedan!.
Cada vez me sorprendo más de
la capacidad que tenemos de guardar pero más aun de soltar!! A cada paso que
doy me quiero más, me respeto más, me valoro más, y sobre todo me acepto.
Una amiga hace años me dijo:
“desaprende lo aprendido”. Ahora entiendo sus palabras.
¡ Libre! Siento como si
pudiera volar como un ave…
¿Te apetece empezar?