La naturaleza del cuerpo es estar
sano.
Procuramos cuidarnos con la
alimentación y con el ejercicio pero nos olvidamos de cuidar nuestras
emociones.
Cúando nos duele algo lo primero
que hacemos es ir al botiquín y tomar algún medicamento. El dolor pasa pero con
ello sólo hemos atacado al símtoma, no nos hemos preguntado cúal és la causa del dolor.
Por lo tanto, el dolor volverá.
Nuestro cuerpo nos va susurrando
que “algo” no está bien. Pero no le hacemos caso, así que nos avisa con un
grito, ahí es cuando vamos al botiquin, pero el cuerpo quiere que le escuches
bien. Su método al ver que no le hacemos caso es transformar esa pequeña
molestia en dolor y luego en enfermedad.
Nosotros podemos evitar que llegue
la enfermedad si aprendemos a escucharle.
Por ejemplo: si notas que estas cansado,
párate! El mundo seguirá igual. Pregúntate que es lo que hace que estes
así. Demadisado trabajo, la casa, la
familia.... aquí tienes que organizarte,
no querer llegar a todo y satisfacer a todos. No es posible sin poner en riesgo
tu salud.
Las emociones que no expresamos,
se van acumulando y cuando hemos llenado el vaso... plash! Es cuando el cuerpo
(que ya te ha ido avisando..) te grita fuerte. Nos tenemos que preguntar: qué me está
diciendo el cuerpo? Qué tengo que cambiar, aceptar, dejar ir.... que emoción es
la que tengo retenida?
Una vez encontremos la causa y la
trabajemos nos sentiremos mejor, nos sanaremos y no llegaremos a la
enfermendad.
Recordad que un pequeño golpe ya
es un aviso que nos manda el cuerpo.
Escuchémosle!!!
Recuerda dedicarte unos minutos al
dia para ti. Haz lo que mas te guste, lo que te apetezca y sin culpabilizarte,
esto te irá bien