sábado, 28 de enero de 2017

Se responsable de tu vida

A menudo culpamos a otras personas por todo lo que nos pasa.
Quien no ha dicho en alguna ocasión: és su culpa, sino hubiera hecho o dicho... yo no estaria así.

Craso error. La culpa es nuestra. Nosotros somos los responsables de nuestra vida. De las decisiones que tomamos, de las emociones que sentimos y de cómo dejamos que nos afecte.

De pequeños nos enseñan unos valores y unas creencias, e incluso aunque a no se den cuenta nos limitan. En realidad lo que hacen es proyectar sus creencias y limitaciones en nosotros. Cúantos padres han querido que sus hijos fueran a la universidad porque ellos no pudieron? o tenian que hacer dicha carrera porque es lo que ellos quieren? Tú tienes que ser el mejor! Ganar mucho dinero, etc...

Este comportamiento nos afecta emocionalmente de pequeños de tal forma que al crecer somos el reflejo de lo que sentíamos. Hay quien se rebela y exajera y quien hace lo contrario. Pero si nos preguntamos cómo nos sentíamos de pequeños, veremos que hoy somos el reflejo de esas emociones.

No es culpa de nuestros padres, lo hicieron lo mejor que sabían. Siempre pensando en lo mejor para sus hijos. Pero la responsabilidad es nuestra. Cuando tomamos una decisión hay una consecuencia, sea positiva o negativa, pero solo nosotros somos los responsables de nuestra decisión, de cómo nos sentimos y de cómo gestionarlo. Si las cosas no salem como queremos no podemos culpar al otro. Tenemos que mirar en que nos hemos equivocado y aprender de ello.

Es importante preguntarse cómo me sentí de niño? qué creencia limitante tengo que cambiar para poder estar bien conmigo mismo? Una vez localizada la emoción la aceptaremos y la dejaremos ir dándole las gracias. Nos ayudará a entendernos mejor y a cambiar aquello que ya no nos sirve.

Hacernos responsables de nuestra vida es la mejor forma para ser feliz.





lunes, 23 de enero de 2017

Soltar


Súeltalo!

Cuando digo que sueltes me refiero a soltar esas emociones que nos generan malestar. Emociones negativas que hemos ido acumulando a lo largo de la vida y que no hemos sabido gestionarlas.
Ante una situación que te genere una emoción negativa (rabia,enfado,tristeza ..) párate un momento, coje aire y suéltalo lo mas fuerte que puedas diciendo: no doy poder a esta emoción.

 Hazlo tantas veces creas necesario.Veras como te sientes mejor.
Se que es fácil de decir y que cuesta hacerlo, pero si lo ponemos en practica notaremos su beneficio.
Si ponemos atención a nuestros sentimientos, veremos que muchos se repiten en situaciones muy semejantes. 

Seguro que alguna vez te has preguntado porque actúo de esta forma y no de otra; porque me siento así.. Són patrones que hemos adquirido al pasar por una situación que nos ha marcado mucho y seguimos actuando igual o de una forma totalmente diferente para evitar pasar por lo mismo, o que otros lo pasen. Eso ocurre porque no hemos Soltado esa emoción tan arraigada y nos crea un bloqueo energético. Este bloqueo puede manifestarse con miedos, fobias,baja autoestima y de forma física con dolores e incluso enfermedades.

Al hacer el ejercicio de la respiración dejando ir la emoción, evitamos que la energia negativa de dicho sentimiento cree un bloqueo.
Sabiendo esto, te animo que a partir de ahora cada vez que te sientas así,
Suéltalo!

Haz el ejercicio de la respiración y déjalo ir.


Pruébalo y me cuentas.



miércoles, 11 de enero de 2017

Ser agradecido

Ser agradecido atrae cosas que agradecer.

Hoy doy las GRACIAS por todos esos momentos que me generan emociones positivas, que me hacen sentir bien, me sacan una sonrisa, suben mi vibración y me animan a seguir adelante y crear mas momentos como éstos.

Pero también doy las GRACIAS a los momentos que llamamos negativos, pues de ellos aprendemos y mucho!!

Cuando pasamos por una situación negativa, ésta nos hace aflorar emociones como tristeza, enfado, rabia, impotencia.... dejemos que estas emociones nos muestren qué nos quieren enseñar. 

Debemos aceptarlas y preguntarnos ¿cúal es el mensaje que nos da? 
Darle las GRACIAS y dejarlas ir. 

No es fácil, pero si cogemos el hábito de dar  las gracias por todo cuanto tenemos, vivimos, sentimos... mas cosas por agradecer tendremos. 

¿Te animas a probarlo?